lunes, 25 de junio de 2012

"El código restringido". De Magli Escobedo y Solange Martínez

Los aportes de Carlos Gatti Murriel acerca de la lengua llaman a la reflexión crítica y a la autoevaluación de los conocimientos propios. Tras leer este post ("El lenguaje como arma"), recordamos una de las lecturas más comentadas en clase con el profesor César Ángeles: "El código restringido".

El texto se refiere a cómo el disponer únicamente del código restringido nos ciñe solo a conocimientos rudimentales y básicos. Además, resalta la importancia de contar con un código elaborado para conseguir el éxito académico.

La lectura refleja una realidad en el Perú. Por experiencia, podemos afirmar que la mayoría de niños muestra desinterés por la lectura, pues ellos leen palabras y no entienden la relación que existe entre ellas, aun si lo intenten repetitivamente. 

Esto nos ha hecho reflexionar sobre la problemática en las escuelas, donde los cursos de lengua son enseñados con metodología desactualizadas que no llaman la atención del niño. Los docentes imponen lecturas en vez de presentárselas didácticamente de modo que se deje en ellos la curiosidad de seguir leyendo. 

Es preocupante la situación, porque la competencia lingüística permite el acceso a mayor conocimiento; entonces, al no desarrollarla, se limitan los saberes a un entendimiento básico que no permite el enriquecimiento intelectual. Las consecuencias de este fenómeno se observan en generaciones actuales con poca o nula producción de conocimientos en textos escritos. 

Es imperativo que la situación cambie mediante el hábito de la lectura, por el bien de nuestra sociedad, pues leer es el modo más efectivo de aumentar el vocabulario y abstraer la correcta sintaxis de nuestra lengua. Otra solución es motivar al alumno, por medio de técnicas didácticas de enseñanza, a que se interese en el idioma, al igual que fomentar en la población el deseo de superación y las ansias de mejorar el uso de su lengua por medio de la comparación con otros países, donde se evidencia la gran diferencia en cuanto a la competencia lingüística y a la producción de conocimiento. Finalmente, se debe completar estas soluciones con la producción de textos como medio de liberación de la creatividad.

2 comentarios:

  1. Muchas gracias por esta entrada, Magli y Solange.
    Les pregunto al respecto de escrito: ¿los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo? (Wittgenstein).

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  2. Wittgenstein se refiere a la lógica en el lenguaje. Piensa que con una sintaxis lógica en el lenguaje se logra claridad en el pensamiento y por ende en el hablar. Salirse de la lógica equivaldría a salirse del propio lenguaje (sistema lógico y ordenado). Luego, el mundo es mi mundo en la medida en que puedo representarlo por medio de proposiciones, lo que implica que el modo en que yo me represente el mundo dependerá de los recursos de mi lenguaje, del nivel de mi lenguaje, de mi lenguaje aprehendido y poseído. Eso significa que en la medida en que el lenguaje sea rico, existirá mayor posibilidad de ampliar mi representación del mundo, es decir, podré acrecentar mi pensamiento, lo que provocará un cambio en la visión del mundo, y es en este sentido que el límite de mi lenguaje es el límite de mi mundo.

    Estamos de acuerdo con este pensamiento pues existen conceptos expresados mediante palabras y construcciones sintácticas que pueden ser captados únicamente por quienes manejan los niveles complejos de la lengua. Asimismo, el lenguaje puede vincularnos con el mundo. El empleo inadecuado del lenguaje reduce las posibilidades de darse a conocer, de expresarse, limita.

    Magli Escobedo y Solange Martínez

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