Esta expresión es de uso exclusivamente peruano y hace referencia a la "limpieza pública" —servicio de aseo urbano y recolección de desperdicios— o las funciones que cumple la "Policía urbana": cuidado de la vía pública en general: limpieza, higiene, salubridad y ornato de los pueblos, encomendada a los ayuntamientos y alcaldes.
Siglos atrás, se distinguía entre "Alta Policía", referida a la designación conjunta de las funciones y cargos de más responsabilidad y jerarquía, y "Baja Policía", que agrupaba labores destinadas al buen orden de las ciudades y Estados.