martes, 26 de junio de 2012

"¡Jajejijoju!". De Magli Escobedo y Solange Martínez

Hasta la vigésima segunda edición, la de 2001, la Academia no registraba ni una sola risa. Es decir: ni ja, ni je, ni ju tenían cabida en el Diccionario. Sí estaban ji y jo, claro, pero por motivos distintos. La primera, a partir de 1884, como letra griega, la de caos Aquiles, que en las lenguas neolatinas es unas veces ch, otras y otras qu. La segunda desde Autoridades, como sinónimo decho (ahora so), voz del arriero empleada para detener a las caballerías. Incluso dos ediciones (1803 y 1817) mencionan el refrán «Jo, que te estrego, burra de mi suegro», aplicado ‘a los que se resienten cuando les hacen bien’, y que ya citaba Correas.

Hoy, las voces jajejo y ju aparecen definidas de idéntico modo en el DRAE: son interjecciones que, repetidas, sirven ‘para indicar la risa, la burla o la incredulidad’. Ji es la única que, para la Academia, tan solo expresa risa o, en una segunda acepción poco usual, júbilo. Jo, además, se incluye como eufemismo (por joder) ‘para expresar irritación, enfado, asombro, etc.’, y ju ju, por su parte, remite a ijujú, que desde 1936 nos sirve ‘para expresar júbilo’ (¿?).

¿Es posible tanta unanimidad? ¿De verdad es lo mismo un ja que un je que un jo que un ju? En la práctica se demuestra lo contrario.
Cuervo, I. (2010). Maneras de reír.

¡Muchas gracias!

1 comentario:

  1. ¡Qué interesante entrada! Muchas gracias, Magli y Solange, por este nuevo aporte.

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