Los que profesaban la ley de Moisés eran los israelitas, y los que nacieron en el moderno estado de Israel son israelíes.
El término israelí hace referencia al natural de Israel o a lo perteneciente o relativo a ese país de Asia, mientras que israelita hace referencia al hebreo (del pueblo semítico que conquistó y habitó la Palestina), a lo perteneciente o relativo a ese antiguo reino o al que profesa la ley de Moisés; es decir, israelí hace alusión a lo perteneciente o relativo al moderno Estado de Israel, mientras que israelita, sinónimo de hebreo o judío, en sentido histórico y religioso. Por tanto, no debe usarse israelita como gentilicio del moderno Estado de Israel.